En esos ojos
migratorios
que van desde
la nada
hacia el sol.
Dicen que las
palabras marchan
en este ritual
de silencios.
Y las historias
desgranan
la nada
en los mudos
que no quieren ver.
Y me paro
acá
en lo sublime
onírico, sutil.
Para ver al niño
que crece
acodado
en esta vida.
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