A veces,
durante mucho tiempo
cada mañana
me levanté solo
con el frío
en mis ojos y mi rostro.
Pensando
cuando volveré
a sentir el calor
de otra mirada
en ese tiempo.
Cuerpos inhertes
durmiendo a mi lado
con el desamor de los desamparados.
Para hoy
volver a mirar
la vida en otra vida
sencilla, simple, primaria,
vital, visceral.
No me atrevo a decir mucho
aunque esos ojos, son los tuyos
y creo, sos vos
en mí, por dentro
hacia la vida.
En esta absurda ciudad
gritando
con los fríos
de este crudo invierno
sin los miedos del futuro.
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