Hoy sentí la noche
los planetas
temblando como un niño
mientras el mundo se derrumba
recorriendo la tierra
como gusano de seda
que algún día será.
Y se acabe
el virus del miedo
y su locura.
Mirando
a los ojos
que me devuelven
eso
que llaman vida.
Y en la simpleza
de este día
te recorra nuevamente
con el silencio nocturno
y muera lentamente
en los brazos
que cubren mi
cuerpo.
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