Nada es igual.
No hay sombras
en la noche
esta noche…
Al calor del alma
el corazón vuela.
Lenta…
raudamente
a la vida.
Mirando esos ojos migratorios
con luz
de estrellas profundas.
Y tus manos
tu boca, tu sexo.
Y esos pies descalzos
en el verde espacio
de este tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario