Los leones de la plaza, caminar por Pinto volver.
Siempre volvemos a los lugares a los mismos lugares
El calentador en la cocina
El fuenton a la hora del agua.
Loa murcielagos nocturnos.
Tandil, el afecto infantil
y el silencio del adulto.
Il franchese caminando por las sierras
evocando la vida en sus contornos
Raices para volver
nunca se han ido
Y nuevamente cercano el abrazo fraterno.
1 comentario:
Querido hermano...las raíces siempre están; son las que de alguna forma han sostenido o soportado al "árbol" en las tempestades de la vida.
Doy fe, esas raíces son profundas y han logrado sostenernos, esas raíces tienen nombre y apellido.
Un gran abrazo
Héctor
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