miércoles, 15 de diciembre de 2010

Rojo

La vieja, mujer, recorre,
                                    eternamente, la calle.
El tiempo no importa, las sabanas tampoco...

           Las caricias del dia y de la noche,
La violencia...
                     el amor, el deseo,
la locura, o la vida.

Percepcion que no comparte,
caricias que se esfuman,
en el alo del tabaco.

Para seguir desgastando los tacos,
                                                    hasta el infinito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy interesante el poema "Rojo", con un dejo de melancolía. Me gusta.
Graciela Aráoz