No conozco
tús ojos
ni los míos.
Sólo un recuerdo
de la vida
de esta vida.
No veo tu boca
ni la mía
sólo un silencio
en la oscuridad
de este lugar.
Y esas cosas
que ocurren
de madrugada
en algún lugar
de nuestros sueños
magreados
en alcohol.
Despertando
en los brazos
de la vida.
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